Arte en estado puro es el videoclip que acompaña el segundo sencillo de Scout Larue Willis titulado «Shouldn’t I Be»; la letra y ella misma, poesía.
Con su singular y cadenciosa voz y sonoridades similares a la de su debut como cantante en octubre pasado, Scout Larue Willis vuelve a regalar el oído con una pieza que es bálsamo y una letra que es alimento para el espíritu y combustible para la mente.
En el artístico e hipnotizante videoclip Scout Willis, hija de Demi Moore y Bruce Willis, encarna tres personajes icónicos: mártir, demonio y reina.
«Para mí, «Shouldn’t I Be» es una canción que se encuentra en el filo de la navaja entre viejos patrones de autocrítica y la gozosa claridad de dejarlos ir» se lee en la descripción al vídeo en el canal en Youtube de Scout Larue Willis.
«Líricamente, esta canción habla de ese dolor casi universal de no ser suficiente, de sentir que deberíamos ser algo diferente de lo que somos, mejores, más fuertes, más altos, más valientes, más hermosos con la esperanza de que finalmente podamos sentirnos completos y plenos» continúa el mensaje, auténtica declaración de intenciones con esta pieza musical.
«Sin embargo, desde el punto de vista sonoro, también hay una cualidad tremendamente triunfante en esta canción que dice: ‘Soy la única versión de mí que existirá en esta planta y estoy listo para dejar de diluir la gloria vívida y resplandeciente de mi firma única’.
Esta canción es a la vez un llamado a la acción y un bálsamo tierno y calmante para este sentimiento tan humano y específico» cierra la descripción de «Shouldn’t I Be», que hasta el momento se ha visto poco más de 2 mil 300 veces, lo que demuestra que estamos ante una cantante en pleno debut.
«Estás esperando que «Shouldn’t I Be» se estrene el 4 de marzo… Estás disfrutando completamente del deleite sensual de estar vivo, disfrutando de las exquisitas sensaciones de excitación impaciente y energía nerviosa que vibra a través de tu travieso, delicioso cuerpo» había escrito Scout Wilis en Instagram el pasado 23 de febrero al anunciar que vendría con su segundo single.
El post lo acompañó de una de las imágenes de las sesiones de fotos que ocurren en todo el videoclip, en este caso mostrándose en el rol de reina.
Como si de una performance se tratase, días antes del estreno Scout Larue Willis fue mostrando imágenes de los tres roles que encarna en el videoclip en representación de esas batallas internas que tienen lugar en ella, junto a mensajes que de alguna manera describían su esencia.
Así Scout Larue Willis fue creando expectativas antes del estreno y convirtiendo la actividad previa en redes en un real acto de exposición artística previa al lanzamiento.
Scout Larue Willis es una artista cabal, con un histrionismo y poderío electrizantes, una sensualidad en estado puro y una voz de esas que no se escuchan todo los días y cuando ocurre no se les puede obviar.
Su código -pese a ser el lenguaje universal del arte- se reviste de tal simbolismo y profundidad que no la hacen apta para todos los públicos, en muchas ocasiones habituados a productos más comerciales y puestas en escena más trilladas, pero ello no significa que no estemos ante el nacimiento de una estrella con mayúsculas, de un nombre propio del que oiremos hablar mucho y por largo tiempo.
Mientras, nosotros seguiremos pendientes de la carrera de Scout Larue Willis de la que si bien podría decirse que heredó el talento artístico de sus padres también valdría la máxima de que la obra superó al escultor.
